Vivimos en una época caótica, todo pasa muy rápido, demasiada información por todos lados y estereotipos que muchas veces no se adaptan a nuestro propio estilo de vida.
El concepto de self care ha tomado mucha fuerza en los últimos años, es parte del movimiento wellness, movimiento del bienestar, que surgió desde la década de los 50’s.
Pero, no es solo una tendencia y un hashtag cool, no solo se trata de tomarte una rica infusión o regalarte un día de spa.
Sabemos que se refiere a cuidar de ti mismo, física, mental y emocionalmente, es el conjunto de acciones y hábitos que ponen tu bienestar como prioridad.
Y aunque una rutina de skin care, comprarte algo lindo o prender veladoras y tomar una rica ducha con tu música favorita, ayudan muchísimo a pasar ese esencial tiempo contigo y gestionar el estrés, el self care va mucho más allá.
Todos tenemos un proceso diferente y único para aprender a cuidar de nosotros mismos.
Pero lo más valioso, es explorar y fortalecer desde el origen. ¿Cómo?
Asumiendo la responsabilidad de que sólo tú puedes cuidar de ti mismo y solo conociéndote bien podrás hacerlo, profundiza en el autoconocimiento.
Aprende sin culpa, que tus necesidades son antes que las necesidades de los demás, si tú no te cuidas, tampoco podrás cuidar de los demás y muchas veces, tampoco lo necesitan, cada quien es responsable de su proceso.
Tomar de decisiones y saber diferenciar entre situaciones o relaciones que te consumen de mala manera tu energía y tiempo, es básico.
Dormir bien, alimentarte correctamente, hacer ejercicio ( por más básico que sea) y realizar las actividades que más te generan satisfacción, pasión o alegría complementan tu salud mental.
Conecta con la naturaleza, pasa tiempo contigo mismo, lee un buen libro, escucha música, toma las clases que siempre has querido y sí, también apapáchate con todo lo que quieras y puedas, tu café, tu masaje, tu auto regalito, tu ritual de ducha o tu mascarilla facial, porque todos estos mágicos momentos y hábitos van ayudándote a fortalecer la seguridad, el amor propio, a encontrar paz y gestionar el estrés, pero recuerda que self care es conocerte, disciplinarte de la forma que mejor se adapte a tu estilo de vida e intereses, ser amable contigo mismo y escogerte siempre a ti primero.
